Impotencia es la palabra que más se acerca a definir lo que sentimos, cuando la desidia de quienes deben garantizar a nuestros chicos el derecho a condiciones de vida dignas es la causa de tristezas perfectamente evitables.
El Club Octubre 10, de la zona ribereña de Quilmes, debió suspender sus actividades por el estado de las calles Humberto Primo y Juan B Justo, después de reclamar en varias ocasiones a las autoridades municipales sin ser escuchados.
A pocos metros de la coqueta zona de costanera quilmeña, el estado de abandono indigna y entristece. El esfuerzo de mucha gente para que el club sea un lugar de contención y formación de los chicos del barrio contrasta con el desinterés de quienes deben dar respuesta.
No hay dudas que la responsabilidad no se agota en la gestión del Intendente de Cambiemos, Martiniano Molina, ya que es esta una situación que la gente del barrio viene soportando por años, pero es suya la posibilidad de dar respuestas HOY a este reclamo que priva a los pibes de Quilmes de hacer lo que más les gusta.
Esperamos que sean escuchados, y que el Estado no abandone a nuestros pibes.
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